Comenzamos un nuevo artículo hablando sobre el origen de uno de los elementos más importantes de nuestro hogar: las persianas.
Necesidad inicial: no dejar pasar la luz
El uso de persianas se remonta a la antigua Persia. En esa época se necesitaba instalar protección solar para nuestro hogar pero sin perder la entrada de aire fresco, y así decidieron utilizar un sistema de cañas que facilitaban la entrada de aire pero impedían la luz solar en las peores horas del día.
También encontramos un origen en china, con la misma finalizada pero hechas con bambú.
De la práctica Persia a la creativa Venecia
Los Persas extendieron su sistema por toda Europa. Los venecianos cogieron la idea pero le añadieron un poco más de glamour, incorporando telas y haciendo de las persianas algo más decorativo y adaptado a sus necesidades.
Edward Bevan: el inventor de las persianas modernas
Las persianas que conocemos hoy son un invento del físico inglés Edward Bevan, siglo XVIII. Este inventor creó un artilugio de láminas móviles de madera que se podía accionar mediante cordón y polea, encajadas en un marco. A su invento lo llamó persiana veneciana. Inicialmente se fabricaban de madera pero hoy en día ya las podemos encontrar de PVC o aluminio, y hasta con sistema de control domótico.
¿Cómo hemos mejorado la persiana?
Llevamos toda la vida dedicándonos a el mundo de la persiana, y desde Persianas Moliner estamos muy orgullosos de ofrecer una persiana que corrige todos los posibles problemas que nos puede comportar.
Así, ofrecemos persianas de aluminio rellenas de espuma poliuretano expandido, que ofrece una alta resistencia y un acabado aislante sin igual. Además, todas nuestras persianas están hechas a medida y las cosemos mediante el sistema de cosido por tapón evitando que las lamas se desplacen y se encallen, una de las primeras causas de dolores de cabeza para el usuario de este práctico elemento del hogar.
Esperamos que este artículo te haya resultado interesante! Ahora seguro que ves a las persianas de otra manera.
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